¡Ooooops! Supongo que tendré que esperar unos días hasta realojar
los archivos.
Los PDFs que publico estaban hospedados en MEGAUPLOAD y, como
todos sabréis, el FBI ha cerrado el sitio.
Así pues me cuento entre los entre los miles, (o cientos de
miles... no lo sé) de damnificados que hacían un uso absolutamente lícito del
servicio, perdiendo enlaces y archivos que eran de mi propiedad y por voluntad
propia, del mundo. Como autor, no solo no me siento protegido, sino agredido.
No voy a hacer un discurso aquí, no tiene mucho sentido en función
de la cantidad de visitas del blog, que nunca fue concebido como lugar de
divulgación masiva o foro de discusión. Pero no puedo quedarme sin manifestar
mi absoluta creencia de que este tipo de acciones nada tienen que ver con la
protección de la obra o los derechos de los autores/creadores (mera
excusa, cortina de humo), sino con la protección de la MAFIA de las
distribuidoras que tiemblan ante un horizonte en el que ya no son necesarias,
perdiendo el casi omnipotente, obsceno y perverso poder que tienen sobre el
acto creativo. Pero dudo que nadie que lea esto piense de otra manera.
Hasta la próxima... si me dejan.
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